Orquídea
Esta era una de las raras veces en las que Carlos Rival Prado Agimabara no se miraba al espejo, esta vez se ocupaba de conquistar a una chica que solo había visto una vez en el mercado. Fue interesante como sucedió todo, él estaba buscándola, cuando de pronto tuvo una visión que pocos humanos han tenido el valor de presenciar, era un ángel que había sido enviado por la DCD ó “división de castigas divinos”. Aquel ángel afirmo que no estaba alucinando, que todo era real, que su misión era dejarlo ciego por el pecado de la vanidad, así fue como perdió la vista. Nunca pudo conquistar a la chica, ya que nunca le intereso escuchar su voz, y su orgullo era tan grande, por lo tanto no le pudo preguntar a nadie acerca de ella.
Tuvo que aprender a vivir así; cambio de trabajo, aprendió a leer, cocinar, caminar, tanto que se volvió más independiente que antes. Esperaba a que un día el ángel se apiadara de él y le devolviera la vista, pero de la divina providencia no se escucho nada; empezó a hacer caridad; fundo organizaciones para discapacitados, indigentes y todo lo que se le viniera en mente. Era un gran organizador, y por lo que se sabe un gran conversador. Aún así pasaron años y solo de viejo le fue devuelta la vista; ese día estaba en su casa y totalmente desesperado exigió casi hasta quedar afónico, que se le regresara la vista, que sus demandas fueran saciadas, que se le dotara de una vista mejor que la de dios, ya que las acciones que habían hecho se le debían premiar más que a cualquier santo o ser divino, pero al cabo de unas horas en las que no había respuesta se le escucho suplicar que aunque aun que sea le dieran una vista borrosa, o la vista de un solo ojo, o por lo menos de un día o algunas horas de vista, él lo aceptaría. Así que, el ángel se apiado de él, le dijo que no podía regresarle la vista en ese cuerpo, porque su castigo era mandado por dios y no se podía revertir, pero podían poner su alma en otro cuerpo. No se detuvo a razonarlo y acepto. El ángel lo mando a una serie de lugares en las que tenía que hacer trámites, firma de documentos, y llevar sus identificaciones oficiales, el trámite fue largo, ya que hacer una transacción de almas no era tan fácil y más cuando lo hacían por debajo de la mesa para que sus superiores no se enteraran, fue en ese tiempo en el que él se dio espacios para pensar y asustarse de la deformidad de la que hablaba el ángel; penso en un cuerpo desproporcionado,ó en la de un cuerpo paralitico en el que podría ver pero no moverse . Vio al ángel, el cual le indico cual era la deformidad; su cabello tenía un peinado tan raro que a cualquier ojo le era repulsivo. Se echo a reír al verse en el rio; en donde vio a un joven que simplemente sobresalía por su cabello, vio sus bolsillos y contó las monedas necesarias para ir a la peluquería, pero el ángel le detuvo, le dijo que si se cortaba el cabello su vida acabaría, así que lo acepto y vivió sus vida, tuvo novia, luego esposa, y así hijos, pero al pasar los anos sus antiguas manías de verse en el espejo y ver a ser casi perfecto regresaban. No soportaba ese peinado, ese joven era guapo, pero ese peinado no le satisfacía. Entro en una serie de enojo al verse en el espejo, hasta que se convirtió en una obsesión que lo llevo al suicidio, en una sala con sillas frente al espejo, y copas negras que cuidan tu cuerpo para no suicidarte de cabello. Murió, si, pero con la sonrisa de saberse contento de lo que veía en aquel lugar. Después de este suceso las cosas cambiaron; la DCD fue disuelta por su falta de creatividad en su trabajo, y utilizaron los fondos para volver a crear el universo. Se tomaron medidas graves, tanto que cuando pasaron algunos siglos de la creación de Adán y Eva se le tuvo que dar un nuevo enfoque; todo se debió de dar por sí mismo para que el ser humano se conformara con su propio razonamiento, pero de vez en cuando algún idiota le recrimina a dios su falta de intersección.
Y, como dato curioso, aquel ángel fue despedido y obligado a pasear a la mascota de su jefe, pero después de unos años por razones que no se pueden explicar fue ascendido. Lo que le siguió fueron calamidades que no se deberían escribir. La situación es que ahora está escribiendo sus memorias en un pequeño cuarto en algún lugar, que se puede hallar entre el metro de la Merced y Pino Suarez, intentando darle sentido a su vida.
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